La lluvia de hoy fue incesante. Alrededor de las nueve de la mañana, cuando me tocó salir a trabajar, fue la hora de lluvia pico: una cortina de agua.
Entonces, Octavio Pérez Galimberti (33) también iba a su trabajo, en el Ministerio de Justicia (Tribunales), cuando la cortina de agua lo hizo detener muy cerca, en Lavalle al 1500 (esquina Montevideo).
Se cobijó bajo una marquesina a la espera de que calme la tormenta. Y la marquesina, de unas veinte toneladas de hormigón, se desplomó sobre él.
Pudieron reconocerlo hacia la hora del crepúsculo.
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